Cómo enseñar ajedrez a un niño en 15 pasos

Enseñar ajedrez a un niño, puede ser una tarea realmente retadora para adultos que no se dedican profesionalmente a hacerlo. Tal es el caso de padres, familiares o allegados, que desean que sus niños aprendan a jugar ajedrez.

Lo ideal para enseñar ajedrez a un niño, es ubicarlo entre sus iguales, es decir, en grupo de niños de la misma edad. La enseñanza podría segmentarse por grupos de acuerdo a sus edades. Así sería menos complicado ubicar y aplicar las estrategias más efectivas para cada grupo.

Con esto no queremos decir que la enseñanza del ajedrez deba ser grupal. Existen padres, hermanos, tíos que quieren despertar en el pequeño de la casa el interés por el ajedrez.

En la actualidad son más quienes apoyan el enseñar ajedrez a un niño, desde la edad preescolar. Usando el ajedrez como una herramienta educativa, ya que ello contribuye con el mayor y mejor desenvolvimiento del niño, tanto a nivel intelectual como social.

Importancia del ajedrez

Está demostrado que la práctica del ajedrez le permite al niño aprender y desarrollar diversos tipos de habilidades. Algunas de ellas: concentración, disciplina, estrategias, memoria.

Por esta razón, además de la aceptación que día a día va ganando el juego-ciencia “ajedrez”, que hemos decidido realizar esta guía de “Cómo enseñar Ajedrez a un niño en 15 pasos”.

¿Por qué enseñar ajedrez a un niño?

Probablemente al momento que un adulto decide enseñar ajedrez a un niño, lo ve como una manera de entretenerlo, de enseñarle una sana diversión. En estos momentos, tal vez también sea porque muchos creen que está de moda el ajedrez.

Pero, lo que sí es completamente cierto y demostrado es que a medida que el niño va aprendiendo a jugar ajedrez, va desarrollando ciertas habilidades y aptitudes que le favorecen en otras áreas de aprendizaje, y que le repercutirán de manera favorable en su crecimiento personal.

¿Cómo enseñar Ajedrez a un niño?

Lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de enseñar ajedrez a un niño, es que no se le debe saturar de información. Esto hará que se sienta agobiado y abandone.

Es necesario ir de forma progresiva con la información. Primero debe conocer el juego como tal, y luego las reglas y movimientos, pero paso a paso, para que pueda digerir y asimilar la información. El mismo niño marcará su tiempo.

Se debe considerar la edad del niño, de ello dependerá muchas de las estrategias a implementar. La ayuda con canciones, colores, juegos es muy importante.

El uso de este tipo de herramientas, ayuda a captar la atención de los niños en la actividad que se les está enseñando.

Con un niño interesado en aprender, todo irá surgiendo más fácil.

15 pasos para enseñar Ajedrez a un niño

1. Presentación del juego: Los niños son más gráficos, comprenden más y mejor todo aquello que pueden visualizar, por lo tanto, es importante realizar la presentación del juego de forma visual y llamativa.
2. Familiarizarse con el juego: Antes de saber de jugadas, movimientos y técnicas, es necesario que el niño conozca el juego como tal: el tablero y sus piezas.
3. Tablero: Una vez conocido el tablero y las piezas, el niño debe saber cómo colocar correctamente el tablero, conocer cada sector del tablero, cada casilla.
4. Piezas: Ya reconociendo los espacios del tablero, vienen las piezas. Es importante conocer el nombre de cada una y el lugar inicial que ocupan en el tablero. Una buena estrategia con las piezas, podría ser asociándolas a nombres cotidianos o presentarlas como si fuesen personas, compañeros, así puede recordar con mayor facilidad los nombres de cada una.
5. Movimiento y captura de piezas: Una vez ubicadas las piezas, se le debe enseñar al niño como puede moverse cada una de ellas, y cómo pueden ser capturadas. Para ubicarlas en el tablero, invítalo a que tome el bando de las blancas y te siga mientras tú ubicas el bando de las negras.

Es necesario que conozca el movimiento de las piezas, empezando por la más sencilla: los peones. Luego, manteniendo el orden de dificultad, la torre, el alfil, la dama, el rey y cerrando con la más complicada: el caballo.

• Reglas del juego: El niño al conocer el tablero, las piezas, su ubicación, cómo se mueven y capturan, debe proseguir con el resto de las reglas del juego. Tales como: Jaque, mate, ahogado, enroque y captura al paso.
• Movimiento aprendido, movimiento practicado: Una vez el niño conozca un movimiento, es importante plantearle partidas donde practique dicho movimiento y así lo vaya fijando y aprendiendo. Una manera de que aprenda los movimientos es haciéndolos directamente en el tablero, es decir, ejecutándolos directamente al tiempo que se le explica, no solo decirlos, sino hacerlos.

Haremos aquí un alto, para recordar que es necesario motivar al niño para que el aprendizaje sea más efectivo. El niño debe querer aprender, debe sentir el entusiasmo del juego para que así avance su preparación. Así que, muéstrate interesado, entusiasmado, al punto de contagiarlo.

• Sistema de anotación algebraico: Para esto es necesario que el niño conozca el tablero, y pueda distinguir las coordenadas del mismo. Así podrá llevar y leer el registro de jugadas de las partidas.
• Valor de las piezas: Ya que el niño reconoce las piezas, sabe las jugadas y cómo anotarlas, ahora se le debe enseñar el valor de las piezas.
• Aperturas: A medida que va avanzando el aprendizaje, se le debe ir incorporando temas y complejidad a la enseñanza. Ya las reglas siguientes son las aplicadas para las aperturas del juego de ajedrez.
• Motivar la lectura de texto especializado: Captando el interés del niño en el juego, se verá motivado a saber más, ubica textos de ajedrez, acordes al niño para que se involucre más en el mundo ajedrecístico.
• Organización del tiempo: Como toda actividad se debe organizar el tiempo que se le va a dedicar a su aprendizaje, para así ni sobrecargarlo ni darle menos tiempo del requerido.
• Cuidado con el lenguaje: Si bien es cierto que existen ciertos términos del juego que debe aprender, también lo es el hecho de que el lenguaje usado debe ser el más sencillo posible, para poder mantener el interés captado y que no se pierda con frases que le resulten rebuscadas o desconocidas.
• Despejar dudas en cada lección: Cada lección debe estar bien preparada, sin embargo, es normal que surjan dudas. Dudas que deben ser aclaradas en el mismo momento en que aparezcan, de ser posible. Esto permite fijar el aprendizaje y prepararse para avanzar.
• Practicar, ensayar: Con la práctica se comprueba el aprendizaje. Así que la mejor forma de saber si se va avanzando, es practicar o ensayar en partidas los movimientos aprendidos.

El juego de ajedrez aporta a quienes lo practican, importantes beneficios a su salud. Mejora considerablemente muchas funciones cerebrales, como la memoria, la imaginación, la creatividad, la concentración, el análisis, entre otras.

Esta optimización de funciones influye favorablemente en las personas.  Es por ello, que muchos centros escolares han decidido incluir el juego-ciencia “ajedrez” algunos como una asignatura más, y otros como una actividad extracurricular.

Sin embargo, la razón es la misma: la práctica del ajedrez desarrolla en el niño aptitudes intelectuales favoreciendo el pensamiento lógico.

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